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Esta mujer proveniente de la mitología griega representó durante mucho tiempo el epítome de las urgencias carnales, hasta que, claro, vinieron las corrientes conservadoras y provocaron su olvido atendiendo quizá a qué mandato equívoco.
Pasifae -descrita como belleza de marfil- es conocida como la esposa del Rey Minos, el mismo que mandó a construir el famoso Laberinto de Creta donde estaba encerrado el Minotauro, el mismo que derrotó el griego Teseo.
Pero todo tiene un comienzo. El Rey Minos recibió como ofrenda de Poseidón un fabuloso toro blanco que surgió de las aguas para ser sacrificado, pero Minos finalmente lo dejó en sus corrales y ofrendó otro toro. El Dios de las aguas castigó al Rey provocando el enamoramiento de su esposa Pasifae hacia el blanco animal.
La mujer logró convencer al arquitecto y artesano Dédalo, que trabajaba para el Rey, que le construyera una vaca ahuecada, para ella situarse dentro y poder gozar de las embestidas del toro divino.
En la reproducción, denominada Pasifae y Dédalo (sacada de Wikipedia, pero cuyo original está en las paredes de Pompeya), podemos ver al "ingeniero" demostrando la escotilla por dónde se accedía al interior de la vaca.
Producto de esos bestiales encuentros nació el famoso Minotauro, descrito como un hombre con cabeza de toro, o -como prefiere Borges- como un toro con cabeza de humano.
Próxima entrega: Más de Pasifae, El Minotauro, Teseo y Dédalo.
Etiquetas: mitología, sexo