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Fue, como todos los sueños, raro. No volé ni siquiera un segundo. Me pasé toda la tarde tratando de armar el artefacto aéreo. Era de mi amigo "Ninja" que me dejó las partes para que yo mismo lo montase.
Recuerdo desempacar la tela del que está hecho el globo y me sorprendió la gran cantidad de cuerditas con que contaba. Recuerdo tener en mis manos un "globo" de goma del tamaño de una pelota de básquetbol, y sabía que finalmente adoptaba un tamaño enorme, pero que -como no sabía cómo manipularlo- quedaba en esa forma insignificante.
Perdí bastante tiempo tratando de armar una estructura de varillas flexibles que se insertaban en la tela del globo y cuando ya estaba en la fase final, mi amigo -que apareció como sucede en los sueños, de improviso- me dijo: "Uff, faltan varillas que dejé en mi casa.... pero no importa, igual puede volar".
Como el globo era de aire caliente, me estaba interiorizando en el armado del sistema de gas que permite el vuelo, cuando se me perdió el recuerdo del sueño.
Mi última mirada fue al horizonte. El sol se ponía y yo tenía el fuerte deseo de despegar. Era muy tarde para intentarlo. Tal vez nunca se eleve o quizá hoy en la noche pueda iniciar el viaje.
Mañana les cuento.
Etiquetas: sueño